Después del estallido de la burbuja inmobiliaria, y mientras sus efectos se siguen notando mucho en España, quizás sea hora de reflexionar sobre otras formas de vivienda, con menos ladrillo y soluciones más flexibles y baratas. Una de esas opciones es el mercado de las casas prefabricadas, que podría ser un negocio rentable para emprendedores innovadores.
Larga resaca de burbuja
La burbuja inmobiliaria española no fue un fenómeno de unos pocos años anteriores a la crisis. La mayoría de los análisis serios sobre el tema hacen remontar el inicio de la burbuja a los años ochenta, cuando el precio de la vivienda se separó definitivamente de la evolución de la inflación. Pero es cierto que los incrementos más graves se produjeron en la primera mitad de los años 2000.
La vivienda sigue siendo hoy en día un bien extremadamente caro en España, muy por encima de las posibilidades de la mayoría de la población. Todavía hacen falta varios años de ajuste para adecuar precios y poder adquisitivo.
La opción de las casas prefabricadas
El concepto de vender casas prefabricadas puede parecer muy original, pero es una práctica muy extendida en otros países. En España no tuvo tanto éxito por el excesivo precio del suelo. Hoy en día los suelos urbanizables sobran en proporciones exageradas, y es inevitable que el sus precios bajen hasta poder ser comprados por una familia media.
Si se tiene acceso a una parcela a un precio razonable, entonces es muy interesante comprar una casa prefabricada, ya que su coste suele ser reducido. Hay muchos tamaños y precios, pero es importante destacar que algunos de los modelos más sencillos empiezan en los 50.000€.
Opciones para la innovación
Lo interesante del concepto, es que se puede innovar. Quizás la vertiente más valiosa de una investigación entorno a las casas prefabricadas sería buscar alternativas ecológicas para los materiales que constituyen la vivienda. Materiales reciclables y de calidad, que no dañen el medio ambiente y proporcionen comodidad. Podría representar un argumento muy vendible para un público cada vez mas consciente de las problemáticas medioambientales.
Una inversión importante
Construir casas prefabricadas puede ser sin duda un negocio rentable, pero es evidente que no se puede iniciar con poco dinero. Hace falta investigar, y sobre todo poder producir los elementos que luego se montan en destino. Al principio, quizás la mejor opción sería buscar una asociación con una empresa del sector sin presencia en España.
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